Sobre Anaís y Pirueta
Mis herramientas: el Amor, la Risa y la Danza.
Anaís Isarre
Educadora Social especializada en Coaching, Competencias Interpersonales, Clown y Danzaterapia.
Pirueta
Payasa Entusiasta. Presentadora y dinamizadora. ¡¡Qué hay que hacer que voy!! Es el "alter ego payasil" de Anaís Isarre.
Me presento
Soy GRADUADA EN EDUCACIÓN SOCIAL con Mención en Atención a Personas en Riesgo de Exclusión Social. Titulación universitaria.
Socia y colaboradora en la Asociación de Personas con Alta Sensibilidad de España (APASE). www.asociacionpas.org
Mi perfil profesional se complementa con formación acreditada como:
– Técnica Superior en Animación Sociocultural, titulación oficial por el MEC.
– Técnica Profesional en Coaching Personal, por Euroinnova Formación.
– Danzaterapeuta por la Escuela Danza Cuerpo de Graciela Vella.
– Profesora de Bailes de Salón, por la Asociación Española de Profesores de Bailes de Salón.
– Monitora de Aeróbic, por la Federación Española de Gimnasia.
– Directora y Monitora de Actividades de Tiempo Libre, por el Gobierno de Aragón.
– Payasa. Con más de 300 horas de Formación realizada mayoritariamente en la Escuela de Payasos Los Hijos de Augusto.
He realizado un proceso de desarrollo y crecimiento personal a través de la Danza Vivencial con Víctor Orive, Voa, que me ha servido enormemente tanto a nivel personal como profesional.
Y como Titulación que llevo encantada en mi corazón y que me ofrece continuamente aprendizajes de vida, soy Madre de tres hermosas personas.
Hasta aquí la presentación corta, quien quiera conocer más de mí puede seguir leyendo ;o)
En mis… ya unos cuantos añicos de vida… he realizado muchas formaciones y he ido acumulando experiencias de vida y trabajo que me han hecho llegar hasta donde estoy en este momento, os cuento…
Recuerdo que me decían que había que centrarse en una cosa y ser buena en eso… y yo pensaba… jeje… ¿cómo se hace eso? Yo tenía tantas cosas en la cabeza y tantas inquietudes que no me parecía posible centrarme en una sola. Por ese motivo fui acumulando saberes diversos, y no se veía muy bien la relación que tendrían entre sí ni a dónde me llevarían…
De adolescente, como me gustaba dibujar, me orientaron hacia la formación profesional en delineación y acabé convirtiéndome en delineante. Tras unos años de trabajo en ese ámbito comprendí que aunque me gustaba lo que hacía, con todas mis inquietudes no podría pasarme la vida dibujando planos en una oficina.
Tras mucho pensarlo llegó el momento en el que dejé la delineación, descubrir que podía formarme y dedicarme a estar con niños y niñas colaborando en su educación a través de actividades lúdicas, me pareció asombrosamente genial. Me formé como monitora de actividades de tiempo y libre y posteriormente como directora también.
Los años que dediqué por entonces a trabajar en este ámbito, tanto como directora de colonias urbanas como de formadora de [email protected] de tiempo libre, los recuerdo con un inmenso cariño. Combinaba el trabajo con la formación y con el disfrute de participar en muestras y exhibiciones de bailes.
A partir de entonces comencé a trabajar dando clases extraescolares de danza jazz, bailes de salón y aeróbic en colegios, institutos y casas de juventud. Me gustaba lo que hacía y un tiempo después decidí lanzarme a la aventura y fundar mi propia Escuela de Baile en Zaragoza. Fueron unos años muy bonitos, pero una serie de circunstancias personales y familiares hicieron que decidiera cerrarla tres años después de su puesta en marcha.
Hay que tener en cuenta que simultáneamente, además de formaciones y trabajos, en mi vida personal también pasaban cosas… me casé y tuve dos peques, además uno de mis cuñados falleció de repente y fue un golpe muy duro para toda la familia. A partir de ese momento, en el que hubo varias reestructuraciones familiares y personales (cierre de la escuela de baile y cambio de lugar de residencia, incluidos) comenzó para mí una etapa de grandes descubrimientos y desarrollo personal.
Durante el primer curso de clown volví a casa llorando de tantas emociones que circulaban por todos mis poros, eran lágrimas tremendamente sanadoras y me sentí enormemente feliz de haber permitido nacer a Pirueta, mi payasa. A partir de ahí comenzó una temporada de hacer “muuuuchos” cursos de clown y cada vez me gustaba más y más. Siempre estaré agradecida a Jesús Jara, mi comadrón payaso, que se convirtió también en un gran amigo del alma.
Y fui a parar a las jornadas de expresión y educación de Víznar, donde me inscribí en un curso de danza vivencial, un curso que, al igual que el de iniciación de clown, marcó un antes y un después en mi vida, conocí a Víctor Orive y, tanto su trabajo como su persona me llegaron al alma… también lloré, lloré mucho, de lo potente que fue para mí emocionalmente, de nuevo encontré otra forma de sanar algunas heridas a través de la expresión.
Decidí embarcarme en un proceso terapéutico con él durante seis meses, en un proceso grupal que iba a comenzar a través de la danza vivencial, y fue genial. Fue maravilloso todo lo que aprendí de mí misma. Posteriormente pude disfrutar de otros talleres de fin de semana con él. Por supuesto mi agradecimiento hacia Víctor Orive también es eterno.
Era un momento de mi vida en el que trabajaba fuera de casa poco tiempo, así que decidí embarcarme en una formación universitaria, una de mis ilusiones que había quedado relegada durante mucho tiempo ¡y conseguí graduarme como Educadora Social!
Esta situación desembocó en mi necesidad de volver a retomar mis grandes inquietudes y mi decisión de dejarlo todo de nuevo, de cambiar de actividad para embarcarme en la aventura de volver a poner en mi vida más amor, más risa y más danza, de desarrollar mis propios proyectos y de llevarlos a cabo…
De pronto lo empecé a ver claro, todo lo que había ido haciendo me había ido trayendo hacia aquí, sentía la inquietud de crear proyectos de desarrollo personal y de bienestar para que las personas que lo desearan pudieran conocerse mejor, crecer personal y profesionalmente, mejorar su calidad de vida y su calidad educativa si es que se dedicaban a ello… siempre he pensado que si la persona adulta está bien consigo misma facilita una mejor educación a “la gente menuda”.
Creo firmemente que primero tenemos que cuidarnos y querernos, cada persona a sí misma, para después aportar al resto. A veces cuesta, nos han educado pensando que dedicarnos tiempo a nuestro propio disfrute no es productivo, que no hace falta, pero no es cierto, todo lo que dedicamos a nuestro propio beneficio personal repercute directamente en beneficio de quienes están a nuestro alrededor.
Así que aquí estoy, metida de lleno en esta aventura. Si te motiva lo que te cuento… si de alguna manera resuena en tu interior… quizás te interese embarcarte en alguna de mis propuestas ¡TE ESPERO!