Tú no eres yo…
ni yo soy tú.
Pero hay una parte de mí en ti…
y una parte de ti en mí.
Aunque ni siquiera te conozca…
aunque no me conozcas.
Porque todo es lo mismo…
siendo diferente.
Aquello que aprecio de ti está en mí…
y aquello que rechazo de ti también está en mí.
Escucha…
Lo que observas en mí te habla de ti…
y lo que yo observo en ti, me habla de mí.
Solo hace falta atreverse a “darse cuenta”.