Nadie debería llevar la carga de ser Imprescindible para alguien.
Nadie debería obligar a otra persona a llevar la carga de ser Imprescindible.
Vivir asumiendo esto nos hace más libres y nos ayuda a llevar una vida más plena.
Compartir nuestra vida con otras personas es maravilloso, sabiendo que todos y todas somos necesarios, pero no Imprescindibles. Aunque parezca una contradicción, no lo es, pues somos necesarios mientras estamos, ya que aportamos todo lo que somos; pero no somos imprescindibles, porque cuando no estemos, todo lo demás se recolocará, se reajustará…
¡AFORTUNADAMENTE!
¡Pero qué majica que eres!