Lo primero es sentirse bien

A menudo creemos que nos sentiremos bien cuando obtengamos aquello que deseamos, entonces, nos enfocamos en realizar las tareas previstas para lograr el objetivo que tenemos y, mientras tanto, nos olvidamos de sentirnos bien durante el proceso.

¡Luego nos sorprendemos de no haber conseguido lo que queríamos o de que, a pesar de haberlo logrado, sigamos sin sentirnos bien!

¿Te ha pasado esto alguna vez? A mí sí, la verdad.

Ten en cuenta que, además, alguna de estas dos posibilidades que acabo de destacar, se da en el mejor de los casos, ya que por lo menos estamos haciendo algo para sentirnos bien, que es lo que queremos, solo que todavía no hemos aprendido el cómo.

Pero muchas veces aún es peor, porque ni siquiera trabajamos por aquello que queremos y simplemente esperamos a que en algún momento “nos caiga del cielo”.

¡Pues ya podemos esperar en una posición cómoda, porque en ese caso la espera va a ser larga, muy larga, y nos vamos a cansar “muy mucho”!

Otra creencia muy frecuente es que nos sentiremos bien cuando cambie algo en nuestro entorno, así que ponemos el foco en desear que cambie lo externo, sin darnos cuenta de que lo de fuera solo cambiará cuando cambiemos nuestra energía interna.

Así que, si todavía piensas que para sentirte bien necesitas que cambie tu entorno o lograr aquello que quieres, siento decirte que no funciona así la cosa, sino al revés.

Si quieres tener un buen trabajo, ganar buenos ingresos, tener buenas relaciones, tener buena salud, o lo que sea que quieras, y estás sintiéndote mal continuamente, con baja energía y mal humor, no lo vas a lograr, porque lo que vas a seguir atrayendo a tu vida es aquello que vibra como tú estás vibrando y que, por lo tanto, te va a mantener en ese estado de malestar en el que te encuentras.

Por lo tanto, si quieres que algo cambie, tienes que darle la vuelta a la ecuación. ¿Cómo? Cambiando el “cuando pase aquello me sentiré bien” por “cuando me sienta bien vibraré alto y tendré más posibilidades de conseguir lo que quiero, y cuando eso suceda me sentiré mejor todavía”.

¿Comprendes? Lo primero es sentirse bien.

Así que, si hoy en día te sientes mal frecuentemente, te recomiendo que a partir de ahora elijas sentirte bien y aprendas cómo lograrlo. Haz que tu primer, principal y permanente objetivo, sea siempre ¡sentirte bien la mayor parte del tiempo!

Ponte en marcha y encuentra la forma de sentir bienestar, porque la hay. En primer lugar, céntrate en romper el círculo vicioso de pensamientos negativos para salir de la negatividad y recuperar unos niveles óptimos de energía. Para ello lo primero que necesitas es aprender a cultivar en tu mente un tipo de pensamiento positivo de forma continua. Sí o sí. Esto es imprescindible. Dame una alegría y dime que lo harás porfa. (Te leo en comentarios).

Y aquí tienes…

5 tips para elevar tu vibración

¡Ponlos en práctica desde este mismo momento y verás cómo empiezas a sentirte mejor!

– Dedica tiempo a hacer cosas que te gustan.

– Sonríe más, ¡aunque no te apetezca!

– Moviliza tu cuerpo: pasea, baila…

– Júntate más con gente con la que disfrutas.

– Evita ambientes y relaciones con energía negativa. Y si no los puedes evitar, respira hondo y encuentra algún momento cada día para cambiar tu energía de alguna manera (aprovecha estos tips que te acabo de enumerar).

Y recuerda que, tanto por aquí como en las páginas de mis libros, encontrarás más contenido que puede ayudarte a sentirte cada día mejor disfrutando de La Alegría de Vivir