Según son nuestros hábitos, así es nuestra vida. ¡Y así será!
Un hábito es algo que repetimos habitualmente de una determinada manera (aunque podría ser de otra), y lo hacemos de esa forma sin cuestionárnoslo porque en nuestro inconsciente está integrada la información de que eso se hace así.
Por ejemplo, son hábitos: que en tu casa se coma a las dos, que te duches cada día al levantarte, que te acuestes tarde, que vayas a ver a tus padres los domingos, que acudas al trabajo caminando, que hagas tus tareas en el último momento, o que veas la televisión durante la comida, si estas acciones son habituales para ti y las haces “en piloto automático”.
Tenemos hábitos de pensamiento, hábitos emocionales y hábitos de acción. Estos últimos son los más visibles, por lo que viene bien empezar por fijarnos en ellos para darnos cuenta de cómo afectan a nuestra vida.
En cuanto nos paramos a pensar sobre esto vemos que hay hábitos que nos resultan muy beneficiosos, ya que nos facilitan el día a día, nos ayudan a ser más eficientes, nos mantienen en un estado saludable, nos alegran la vida, etc.
Pero, también logramos comprender que tenemos otros hábitos que no solo no nos van bien, sino que nos perjudican sobremanera. Y, sorprendentemente, a pesar de habernos dado cuenta de ello e incluso pensar en que no nos gustan y querríamos cambiarlos, seguimos haciendo lo mismo continuamente.
¿Por qué?, pues precisamente porque se trata de hábitos y no los controlamos de forma consciente. Por lo tanto, lo primero que tenemos que hacer si queremos ver cambios positivos en nuestra vida es observarnos para empezar a darnos cuenta de los hábitos perjudiciales que tenemos, y una vez detectados preparar un plan de acción y ponernos manos a la obra para cambiarlos.
Te propongo hacer este ejercicio:
1 Tómate un tiempo para pensar sobre lo que haces y cómo lo haces.
2 Dedica unos días a observarte y anota, desde que te levantas hasta que te acuestas, qué cosas haces siempre igual. Esos son tus hábitos.
3 Clasifica tus hábitos en dos listas, una con los que te benefician y otra con los que te perjudican.
4 Reconoce los hábitos positivos que ya tienes (seguro que los hay) y alégrate por tenerlos.
5 Elige uno de los hábitos de los que te hayas dado cuenta de que te están perjudicando. Te recomiendo elegir el que más daño crees que te está haciendo o el que más te motive ahora para ponerte a trabajar en ello. Ten en cuenta que eliminar, cambiar e incorporar hábitos es un proceso que lleva tiempo, no se logra de un día para otro. Para que lo nuevo se mantenga realmente, necesitamos como mínimo 21 días haciéndolo de la nueva forma y para lograrlo es necesario implicarse con ganas. Por eso te recomiendo ir de uno en uno en lugar de querer abarcar muchos cambios a la vez, sobre todo si son cosas que te cuestan especialmente y ya has probado otras veces sin conseguir mantener el cambio.
6 Prepara un plan de acción para quitarte ese hábito y ponlo inmediatamente en marcha.
Para pasar a la acción y lograr hacer el cambio que deseas es muy importante lo siguiente:
- Identifica tu para qué, es decir, tu motivo para cambiar lo que quieres cambiar, ya que si no es lo suficientemente importante para ti no lo lograrás.
- Encuentra la forma de convencerte de que eso nuevo que vas a hacer es lo mejor para ti y de que te va a gustar tener ese nuevo hábito.
- Define claramente qué es lo que vas a hacer de forma diferente y cómo vas a hacerlo.
- Toma la decisión firmemente y adquiere un compromiso contigo para hacer lo que te has propuesto.
- No compartas tus intenciones con tu entorno si crees que no te van a apoyar (porque te sabotearán, aunque no quieran), ya verán la diferencia una vez lo hayas logrado.
- Rodéate de personas que te apoyen y te ayuden en el proceso, siempre hay alguien.
- ¡Haz lo que has dicho que vas a hacer! Una vez que empieces con los cambios la perseverancia es imprescindible, así que, si algún día fallas no te agobies demasiado, pero vuelve a comenzar de nuevo, manteniéndote firme una y otra vez hasta lograrlo.
¡Ánimo con la tarea! Si te apetece puedes contarme en comentarios qué vas a hacer y cómo van tus avances.
Y, si quieres, yo te espero por aquí y entre las páginas de mis libros, con más contenido que puede ayudarte a disfrutar cada día más de La Alegría de Vivir.