Hoy me he levantado con ganas de preguntarte…
¿La vida te ama y por eso tú amas a la vida? o… ¿amas a la vida y por eso la vida te ama?
¿La vida te sonríe y como respuesta tú sonríes a la vida? o… ¿sonríes a la vida y entonces la vida te sonríe?
¿La vida te hace danzar como ella quiere? o… ¿danzas tu vida como quieres danzarla?
Yo lo tengo claro, elijo la segunda respuesta en las tres cuestiones.
Amo la vida y la vida me ama. Sonrío a la vida y la vida me sonríe. Danzo mi vida como quiero danzarla.
Pongo en mi Vida Amor, Risa y Danza.
Este verano está siendo intenso para mí, con muchas experiencias y aprendizajes de vida… con mucho movimiento a nivel interno. Como dice Pirueta en el vídeo de la FCIUC, jeje, “siempre aprendes y aprendes y aprendes… y siempre hay más para aprender ¡el aprendizaje no tiene límites!”
Me recuerdo hace años, hablando con una amiga, yo le contaba que estaba transitando una etapa “de mucho movimiento interno” y ella me decía: pero… ¿cuándo no estás tú con mucho movimiento interno? pues sí, tenía razón, siempre estoy reflexionando, cuestionándome, tomando decisiones, acometiendo cambios… la verdad es que vivo intensamente y eso me gusta aunque a veces me agote… ¡¡siempre encuentro la forma de recargar la batería!!
Aprender de la experiencia… descansar… coger fuerzas… continuar…
Así que aquí estoy de nuevo, comenzando un nuevo ciclo a nivel personal y profesional. Consolidando proyectos, reiniciando otros, proponiéndome objetivos, nuevos logros que cumplir…
Cada día tengo más clara mi misión, que no es otra que ser feliz y acompañar procesos de personas que también están dispuestas a elegir ser felices, a reflexionar, a cuestionarse, a tomar decisiones, a acometer cambios… y mis herramientas favoritas son el amor, la risa, la danza y el contacto con la naturaleza.
Si de alguna forma, en algún momento, tu camino y el mío tienen que encontrarse en alguno de mis proyectos estaré encantada de recibirte y acompañarte. Namasté.